Múnich, histórica y cosmopolita ciudad alemana, es la tercera más poblada y con mayor calidad de vida.
Capital del estado federado de Baviera, al sureste de Alemania, tiene muchísimas cosas que ver, por eso aquí te diremos qué ver en Múnich en 4 días.
¿Qué ver en Múnich en 4 días?
Por la riqueza histórica y cultural de Múnich, así como por su pujante economía, que la hacen hoy un centro industrial y financiero internacional, tiene innumerables sitios de interés turístico.
En esta pequeña guía te recomendaremos qué ver, qué hacer y qué visitar en Múnich en 4 días.
Día 1
Saliendo temprano desde tu ciudad y llegando a Munich en avión, desde que te te desplazas del aeropuerto al hotel para descansar se te irá toda la mañana.
Por tanto, podrás aprovechar la tarde para visitar al menos un sitio de interés. Recuerda, hay mucho que ver en Múnich en 4 días y no debes malgastar el tiempo.
Llegada a Múnich
Asumiendo que llegues por vía aérea, llegarás al aeropuerto Internacional “Franz Josef Strauss”, uno de los más cómodos y eficientes del mundo, con un tráfico anual estimado de más de 40 millones de pasajeros.
El viaje del aeropuerto al centro de la ciudad podrás hacerlo por autobús, metro o taxi, dependiendo de tu presupuesto.
El tiempo estimado es de 40 minutos en la mayoría de los casos.
En autobús, el Lufthansa Airport Bus, ofrece un servicio de traslado por 10,5 euros, hasta la Estación Central de Múnich.
Si deseas usar el tren (S-Bahn), hay una línea que te llevará hasta el centro en 40 minutos, por 12 euros.
Puedes usar un taxi de las líneas que normalmente operan en el aeropuerto. Tendrá un coste estimado de 50 euros y tiempo de traslado aproximado de 40 a 50 minutos.
Si quieres hacer un viaje más cómodo y rápido, puedes reservar un servicio de taxi especial, que te buscará en el aeropuerto y te llevará al hotel que hayas seleccionado. Es algo más caro pero perfecto si llegas cansado del viaje.
Hotel y descansar
Lo ideal es que hayas reservado tu hotel con antelación. Sin embargo, si aún no los has hecho y si tu presupuesto te lo permite, en la zona de Marienplatz podrás conseguir las mejores opciones de alojamiento.
Otra buena opción es la zona comprendida entre la Karlsplatz y la estación de trenes. En épocas no festivas, se pueden conseguir hoteles en Múnich desde 60 euros la noche en habitación doble.
Si eres de esos nómadas errantes, viajero de aventuras, a quien no les gusta seguir las reglas, te puedes albergar en una posada u hostal por 15 euros la noche en habitación compartida.
Campo de concentración Dachau
Después de haber descansado del viaje y contratado una visita guiada, puedes visitar el Campo de Concentración Dachau ubicado a 13 km al noroeste de la ciudad,
Este campo, construido en 1933, constituye uno de los más importantes de toda la Alemania nazi.
El Campo de Dachau estuvo destinado a albergar bajo condiciones inhumanas y degradantes a miles de judíos, gitanos, homosexuales y todos los que fueran considerados “impuros”, según los líderes nazis; al igual que el Campo de Auschwitz.
Un sitio para recordar las injusticias que son capaces de cometer algunos seres de nuestra especie, que perdieron su sensibilidad humana y se dejaron arrastrar por una ideología supremacista y excluyente. Un peligro muy latente aún en estos tiempos.
Para una experiencia histórica profunda, considera agregar el Tour privado del Memorial de Dachau a tu itinerario. Este tour ofrece una perspectiva única sobre un capítulo sombrío de la historia.
Día 2
Para adentrarse en nuestra propuesta de qué ver en Múnich en 4 días, en este segundo día se recomiendan 4 sitios imprescindibles.
Si de verdad quieres llevarte un buen recuerdo de la ciudad y hacer algo un poco más ligero que la visita a Dachau, te sugerimos los siguientes lugares.
Marienplatz
La Marienplatz (Plaza de María) representa lo que se podría llamar el centro geográfico de la ciudad.
Alrededor de ella se desarrolla el área comercial y peatonal y es donde se desenvuelve la vida cultural y social, desde que fue fundada por el año 1158.
Ir a Múnich y no visitar la Marienplatz, es como no haber estado nunca. Sembrada de monumentos y edificaciones consustanciales con la historia de la ciudad, como la famosa Mariensäule (Columna de Santa María), levantada en honor a la Virgen María con motivo del triunfo sobre los invasores suecos en el año de 1638.
Asimismo, en sus cercanías se encuentran los edificios del Antiguo Ayuntamiento (Altes Rathaus) y del Nuevo Ayuntamiento (Neues Rathaus).
En el Neues Rathaus, todos los días a las 11, 12 y 17 horas se activa un Carrillón (figuras mecánicas móviles) que representan la “Danza de Cooper”, para recordar el fin de la peste en 1517.
Igualmente, muy cercana a Marienplatz, la Fuente del Pez (Fischbrunnen) es un punto obligado de reunión entre los habitantes de la ciudad.
En sus inicios, que datan de 1864, esta fuente estaba dedicada a la conservación del pescado fresco de los vendedores que se reunían alrededor de la plaza.
Iglesia de San Pedro
Además de ser el templo católico con mayor antigüedad de Alemania, la Iglesia de San Pedro (Peterskirche) tiene interés turístico por tener un mirador ubicado en su torre de casi 60 m de altura. Desde ahí puedes disfrutar de una de las mejores vistas de la ciudad.
Su arquitectura es una interesante fusión de los estilos gótico, barroco y rococó. Cuenta con una serie de pinturas en su techo que aumentan su atractivo para religiosos y turistas.
Palacio de Nymphenburg
El Palacio de Nymphenburg (Palacio de las Ninfas) es uno de los puntos turísticos más visitados de Múnich.
Debido a su impresionante tamaño y a la cantidad de construcciones y jardines que tiene, visitarlo puede llegar a requerir una mañana o una tarde entera.
Es una hermosa e impresionante edificación de estilo barroco que servía como residencia veraniega de la familia real de Baviera.
Construido en el año 1664, se ha conservado perfectamente decorado con pinturas, esculturas y lámparas de época.
Pero si la edificación resulta imponente, más aún lo son sus bellos y muy bien cuidados jardines de estilo inglés.
Con alrededor de ochocientos mil metros cuadrados, dotados de un sereno y majestuoso lago y múltiples zonas, estar en estos jardines es como visitar el Paraíso.
Estando allí uno se explica por qué durante el Renacimiento y hasta bien avanzado el siglo XIX, en los países europeos existieron tantos excelentes pintores, escultores y poetas. Está claro que se inspiraron en la belleza que emanaba los jardines de sus mecenas.
Viktualienmarkt
El Viktualienmarkt es otro sitio de obligada visita. Con sus casi veintidós mil metros cuadrados de superficie, es el más reconocido mercado de alimentos frescos de Múnich.
En él se venden frutas, flores, quesos, artesanías y muchos productos orgánicos y con calidad “gourmet”.
Antes de ser reubicado a su posición actual, cerca de la Marienplatz, en sus inicios fue un pequeño mercado donde los campesinos comerciaban sus productos directamente del campo a los ciudadanos.
El mercado dispone de sitios para disfrutar de una buena oferta gastronómica y de buena cerveza a precios accesibles a turistas. Vale la pena conocerlo.
Día 3
Siguiendo con nuestra apretada agenda de qué ver en Múnich en 4 días, para el tercer día te recomendamos un tour de ida y vuelta hacia dos sitios de ensueño, como salidos de un cuento de hadas: el Palacio de Linderhof y el Castillo de Neuschwanstein.
El tour, que se llama Excursión de un día a Neuschwanstein y el Castillo de Linderhof, suele hacerse en autobús turístico, lo debes reservar como muy tarde el día anterior. Te permitirá sumergirte en la historia y la belleza de este lugar icónico
Tiene un coste estimado que puede llegar a los 72 euros por adulto y 32,5 euros por niño hasta los 14 años.
Con una duración estimada de casi 11 horas (ida y vuelta), partiendo de la Estación Central de Trenes en Bahnhofplatz, el autobús te llevará al pie de los Alpes.
Su primera parada será en el Palacio de Linderhof, para luego seguir hasta el Castillo de Neuschwanstein.
Tienes que tener en cuenta que el coste del Tour no incluye el precio de las entradas, el cual ronda los 25 euros por adulto y 5 euros por niño hasta 14 años.
Asimismo, debes estar pendiente de que, de acuerdo con la temporada, el guía del tour hablará español o inglés.
Palacio Linderhof
El Palacio de Linderhof fue residencia oficial del Rey Ludwig II, hijo de Maximiliano II de Baviera, quien lo hizo construir entre 1869 y 1884.
Ludwig II fue conocido como “El Rey Loco”, por sus excentricidades y poca sociabilidad. Se decía que hablaba con personajes imaginarios.
A pesar de sus “locuras”, Ludwig II tenía muy buen gusto, era amante de las óperas del compositor alemán Richard Wagner y fue gran admirador del soberano francés Luis XIV (el Rey Sol). Se dice que este palacio fue inspirado en el Palacio de Versalles
Varias de las construcciones del palacio estuvieron inspiradas en las óperas de Wagner, como la “Gruta de Venus”, donde las paredes fueron decoradas con escenas de la ópera Tannhäuser, y la Cabaña de Caza” (Hündinghütte), con base en el acto primero de la ópera La Valquiria.
Vale la pena visitar la “Habitación de los Espejos”, donde Ludwig II acostumbraba a leer por las noches, pues dormía durante el día.
Digno de ver es el comedor, cuya mesa era bajada hasta la cocina y subida nuevamente con un aparato mecánico, con lo cual este monarca excéntrico evitaba tener contacto con la servidumbre.
En cuanto a las áreas exteriores, la ya mencionada “Gruta de Venus”, con su cascada, una barcaza en forma de concha marina y su iluminación con luz predominantemente azul destaca sobre las demás edificaciones exteriores.
Castillo de Neuschwanstein
Ubicado a 130 km de Múnich, este Castillo es una de las edificaciones más visitadas y fotografiadas de Alemania.
Esto se debe a su cuidada construcción, ya que se inspira en castillos de la época de los caballeros medievales, de los príncipes y doncellas de los cuentos de hadas.
Con sus 200 estancias entre los que son dignas de conocer la Sala del Trono y la Sala de los Cantores, este Castillo recibe un aproximado de 10.000 visitantes diariamente.
Por ello, es recomendable adquirir previamente las entradas, para evitar las largas colas.
Neuschwanstein (“Nueva piedra del cisne”) fue producto de la imaginación del rey Ludwig II, el dueño del Palacio de Linderhof.
Su inspiración fueron el Castillo de Wartburg (de su hermano Otto, en Eisenach) y el Chateau de Pierrefonds en Francia.
Asimismo, Ludwig II se inspiró también en leyendas medievales como las de Tristán e Isolda, de la época del rey Arturo y en las óperas Tannhäuser y Lohengrin, que habían dejado gran impresión en su poderosa imaginación.
Neuschwanstein no es más que una idealización de los castillos medievales en la mente de un romántico caballero adinerado. De hecho, no cuenta con los medios defensivos normales de un verdadero castillo medieval.
Este castillo fue inmortalizado por el cineasta estadounidense, Walt Disney, al tomarlo como referencia para la construcción del primer Castillo de la Bella Durmiente que se edificó en el parque temático Disneyland en la ciudad de Anaheim, estado de California.
Día 4 en Munich
Para finalizar nuestras recomendaciones de qué ver en Múnich en 4 días, te sugerimos dos sitios para ver y otros dos sitios donde, más que ver, encontrarás qué hacer en Múnich.
Frauenkirche
Otro punto turístico de interés en los alrededores de la Marienplatz (Plaza de María) es la Catedral de Nuestra Señora de Múnich (Frauenkirche).
Es una estructura gótica de construcción sencilla, pero que destaca por sus dos torres de 99 metros de altura.
Su construcción se inició en el año 1468, sobre las ruinas de un antiguo templo romano y fue completada en 1525. Esta Catedral se convirtió en la edificación religiosa más grande de Múnich y por eso de su importancia turística.
Odeonsplatz
Ubicada como a unos 500 metros de la Catedral de Múnich, en la parte norte del casco central, se encuentra la Odeonsplatz (Plaza del Odeón).
Es una de las plazas más importantes de la ciudad, edificada como una puerta de entrada triunfal, al estilo de la Puerta de Brandeburgo.
Entre los puntos más importantes que rodean la Plaza se pueden mencionar:
Feldherrnhalle, (Templo de los Generales), un monumento dedicado a rendir tributo a los héroes militares del país. Fue edificado entre 1841 y 1844 tomando como modelo la Loggia della Signoria cerca del Palazzo Vecchio en la ciudad italiana de Florencia.
Theatinerkirche (Iglesia de los Teatinos), una iglesia de estilo barroco erigida entre 1663 y 1690 por el Duque de Baviera, Fernando I de Wittelsbach y su esposa, agradecidos por el buen alumbramiento de Maximiliano Manuel, el príncipe heredero.
Hofgarten hermoso parque construido entre los años de 1613 y 1617 durante el reinado de Maximiliano I. Con jardines de estilo italiano del renacimiento, se ha convertido en un oasis en medio de la ciudad de Munich, siendo el Templo de Diana uno de sus principales atractivos.
Englischer Garten
Si quieres relajarte y disfrutar de unos momentos de verdadero esparcimiento a la vez que ejercitas el cuerpo, no puedes dejar de visitar el Englischer Garten (Jardín Inglés).
Sus 400 hectáreas lo convierten en uno de los parques más grandes del mundo.
Uno de los principales atractivos de este parque es un canal acuático donde se producen olas artificiales, las cuales son aprovechadas para la práctica de surf.
Por supuesto, no se puede dejar de mencionar las dos cervecerías (Biergärten) al aire libre donde los alemanes y turistas acuden a disfrutar sanamente de una buena cerveza típica alemana.
Completan estos atractivos una pagoda china, una casa de té japonesa y un templo de influencia griega del siglo XIX.
Cervecería Hofbräuhaus
Ubicada en la Platzl 9, a dos calles y media de la Marienplatz y del Nuevo Ayuntamiento, se encuentra una de las más reconocidas fábricas de cerveza y cervecería de Múnich: la Cervecería Hofbräuhaus.
Su historia se remonta al año de 1589, cuando producía únicamente para la Familia Real, la Wittelsbach. Historia que cambió a partir de 1828, cuando fue trasladada a otro emplazamiento y fue abierta al público en general.
Desde ese momento, la Hofbräuhaus pasó a ser el eje principal del acontecer político y público de la ciudad de Múnich.
Por sus salones han pasado los personajes más conspicuos del quehacer político y artístico de Europa y, quizás, del mundo.
Por sus puertas entran y salen más de 30.000 personas todos los días. Ello habla de la gran importancia que tiene este punto de la ciudad como atractivo turístico, por lo que sería imperdonable no visitarla.
Disfrutar de un bretzel y una Weissbier en la Hofbräuhaus es uno de los placeres que deberías disfrutar de tu estadía en Múnich.
Esperamos que estas recomendaciones te ayuden a orientarte sobre qué ver, qué hacer y qué visitar en Múnich en 4 días.
Que tu estancia en Múnich sea lo más agradable posible es nuestro más sincero deseo.