El Castillo de Neuschwanstein, situado en el sur de Baviera, está entre los lugares que más turistas recibe cada año en Alemania y es imagen frecuente en las guías de viaje. Además está declarado como Patrimonio de la Humanidad.
Este castillo parece de cuento de hadas y fue uno de los inspiradores del famoso Castillo de Disney. Es uno de los llamados «Castillos del Rey Loco», que lo forman además de éste, el palacio Linderhof y Herrenchiemsee.
Es una visita que consideramos imprescindible, donde no solo el castillo es el atractivo, sino que la zona es realmente espectacular y de gran belleza natural. De hecho, hasta aquí llega una de las excursiones más conocidas desde Múnich, la excursión de día completo al Palacio de Neuschwanstein que realmente vale la pena.
Vamos a pasar a hablaros de su historia, recomendado su visita siempre que se pueda con la llegada del buen tiempo, el mejor momento para poder tomar fotos y disfrutar de las buenas temperaturas, siendo primavera, verano y en el principio del otoño cuando más bonito está. En invierno la climatología es dura, no olvidemos que se encuentra en zona de montaña.
El castillo del rey loco en Múnich, es el mejor ejemplo si lo que estás buscando son castillos de hadas en la vida real.
Historia del castillo de Neuschwanstein
El proyecto de construir el castillo del rey loco en Múnich comenzó en el año 1864, cuando el joven rey Luis II acababa de ascender al trono. El rey quería un castillo diseñado por él y encontró en las proximidades del castillo familiar de Vorder Hohenschwangau la mejor opción.
El castillo se había pensado como un castillo medieval. El 15 de mayo del año 1868 fue cuando el rey Luis II le escribió a Wagner diciéndole que quería construir un castillo que fuera idéntico a los castillos de la Alemania antigua y que se encontrara sobre el desfiladero de Pöllat.
Luis II quería asegurarse de que fuera el más bello y acogedor que el Hohenschwangau, y cuando murió su abuelo Luis I de Baviera, Luis II consiguió por fin el poder que necesitaba.
Cada vez los caprichos del rey iban creciendo por lo que el presupuesto era muy elevado y suponía un enorme gasto de dinero. En el año 1871 Luis II gracias a que confiscó fondos a la casa welf pudo continuar con la construcción del castillo.
En el año 1884 fue cuando Luis II se estableció en el castillo de Neuschwanstein por primera vez, aunque aún se encontraba en construcción. Posteriormente su madre acudió a vivir al castillo en el año 1885.
El castillo de Neuschwanstein era una especie de escenario teatral para Luis II, que al mismo tiempo le servía para vivir en él. Según él, era un templo que se había dedicado a la vida y obra de Richard Wagner, que nunca llegó a visitarlo.
Era tanta la admiración de Luis II que el nombre del castillo de Neuschwanstein estaba inspirado en uno de sus personajes, más específicamente de su obra ‘’el caballero de los cisnes’’.
Luis II logró financiar el castillo de Neuschwanstein a través de sus propios recursos financieros, pero también necesitó de ayuda de la población noble de Alemania.
Hasta la muerte del rey el coste del castillo fue un total de más de 6.200.000 marcados de oro, cuando el presupuesto que se tenía pensado originalmente para el castillo era de aproximadamente unos 3 millones.
Descripción del castillo del Rey Loco
El castillo del rey loco en Múnich se encuentra compuesto por varios edificios y posee un total de más de 150 metros de longitud sobre un desfiladero.
Paseando por el castillo podemos encontrar esculturas, torres y almenas. Además, tiene centenares de ventanas con decoración romántica en forma de triforio.
La vista desde el castillo es por un lado el lago de los Alpes Bávaros y del otro lado las hermosas colinas de la zona.
El castillo destaca porque fue pensado para NO ser como uno de los castillos reales, sino que desde el principio de su construcción se tuvo en mente que fuera asimétrico y edificado en varias partes.
El castillo del rey loco destaca porque no tiene edificaciones defensivas reales, lo cual era necesario para cualquier castillo de la época.
Además, tenía aproximadamente 200 habitaciones, donde se incluían las habitaciones para los sirvientes, visitantes y trabajadores.
En la planta inferior del castillo de Neuschwanstein se encuentran las habitaciones del rey.
Aunque el castillo no pudo ser completado durante el mandato del Rey Luis II, igualmente es considerado como una pieza para la historia de Alemania, porque además de su antigüedad, destaca por tener ciertas innovaciones para la época en la que se construyó. Entre estos avances se encontraba un sistema de campanas para llamar a los sirvientes.
El cuarto más grande era la sala de los cantores, que mide unos 27 x 10 metros, se encuentra en el nivel 4 del castillo en la zona oriental, sobre la cámara del rey.
Para la creación de esta se tomó como inspiración el salón del baile del castillo de Wartburg. Dicha sala posee galerías, joyerías y muchas referencias a la leyenda de Parsifal y un escenario conocido como el Sängerlaube.
¿Cómo llegar al castillo del rey loco?
Hay dos formas de llegar al Castillo, por nuestra cuenta (la forma más barata) o en un tour organizado (la mejor).
Ahora te explicamos cada uno:
Método 1: Por nuestra cuenta
Si quieres visitar el castillo de Neuschwanstein, la forma más económica de hacerlo es desplazándote en tren desde Múnich. Tienes que tomar un tren con destino al Füssen, que es el pueblo más cercano al castillo. El viaje dura dos horas.
Desde Füssen deberás coger el autobús 73 o el autobús 78 que te llevará a Hohenschwangau, en la base del castillo. Aquí se encuentra el punto de información y podrás comprar los tickets de entrada.
El trayecto en autobús es muy cómodo y dura aproximadamente unos 7 u 8 minutos. Además no hay que preocuparse de los horarios de salida ya que normalmente esperan a la llegada de los trenes.
Cuando hayas llegado a Hohenschwangau y llegar hasta el castillo, tienes varias formas de hacerlo:
A pie
La primera es a pie y puedes llegar a tardar 45 minutos dependiendo de lo rápido que vayas. Se recomienda ir a pie porque la vista es muy bonita.
Autobús
Pero si lo prefieres, también puedes llegar el castillo de Neuschwanstein en el autobús que te deja cerca del puente Marienbrücke, desde el que llegarás después de caminar unos 10 minutos. Este último autobús tiene un coste de 1.80€ subir, 1€ bajar o 2.60€ el subir y bajar.
Carruaje
Como última opción tenemos el carruaje de caballos, que tiene un coste de 6 € para subir y 3€ para bajar, te dejan aproximadamente a 10 min del castillo.
Método 2: Hacer una excursión desde Múnich
Si lo anterior es la forma más económica de llegar al Castillo y visitarlo por vuestra cuenta, ahora queremos explicaros la mejor forma. Sin duda, lo más recomendado es hacer una excursión desde Múnich.
Los tours que más nos gustan y que de verdad te recomendamos son los siguientes:
- Excursión de día completo al Palacio de Neuschwanstein en inglés
- Excursión de un día a Neuschwanstein y el Castillo de Linderhof
- Excursión de un día en furgoneta al Castillo de Neuschwanstein
Visita al Castillo de Neuschwanstein
El Castillo de Neuschwanstein está en Schwangau, a 120 kilómetros de la ciudad de Múnich, que es de donde provienen la mayor parte de sus visitantes.
Una de las cosas más importantes del castillo no solo es su impresionante estampa, también lo es su ubicación, en un barranco espectacular que podrás atravesar por un puente, en medio de un valle repleto de pueblos preciosos y grandes lagos.
A solo 2 kilómetros tenemos el Castillo de Hohenschwangau, otro lugar muy visitado. Lo mejor que puedes hacer es ver es este último en primer lugar ya que fue el que se construyó primero y donde el rey pasó sus primeros años de vida.
Los dos castillos pueden verse en un ticket que permite verlos ambos. Te lo recomendamos porque así es más barato.
La visita se hace en grupo y suele llenarse bastante pronto, por lo que debes llegar temprano si queremos evitar colas, esperas interminables o incluso que al final nos quedemos sin turno de visita.
Neuchwanstein puede verse desde muchos lugares, pero el más típico es el Puente Marienbrücke, que es un puente espectacular, desde donde se sacan las mejores fotos de la zona. Está a medio kilómetro del castillo.
Una vez hechas las fotos o vídeos, llega el momento de dirigirse a la entrada.
Aunque los guías solo hablan en dos idiomas, alemán e inglés, también existen audioguías en todos los idiomas.
La duración del tour es breve, media hora y ciertamente no impresiona tanto como el exterior del propio castillo, pero aun así aprenderás mucho de la historia de este lugar.
De todas maneras te recomendamos que lo visites pues tiene salas y habitaciones bastante interesantes. Aunque si hablamos de interiores el castillo de HohenSchwangau es probable que os guste incluso más, aunque por fuera sea menos espectacular.
Dentro está prohibido realizar fotos, algo que debes tener en cuenta.
Se visitan en total unas catorce salas de entre las que destaca la cocina del castillo, que estaba muy avanzada si la comparamos con la mayoría de su época.
La Sala del Trono consistía en una capilla llena de lujos y realmente grande, un lugar impresionante con una decoración muy recargada.
Una de las estancias que con total seguridad gustaba más al monarca, era la Sala de los Cantores, dedicada al culto de los caballeros medievales.
En todo el castillo pueden verse murales, en los cuales aparecen las grandes gestas que protagonizaron estos caballeros, con referencias claras al animal que más le gustaba a Luis II: el Cisne, el cual podemos verle en todo tipo de pinturas, nombres, sellos, bordados, escudos, etc.
En la web oficial del castillo se explica bastante bien la historia de este complejo y merece mucho la pena leerlo si vas a visitarlo.
Estamos ante una visita que podríamos denominar imprescindible cuando se visita a Múnich, sus alrededores o en una ruta que incluya el sur de Alemania y el norte de Austria. Son dos castillos impresionantes, aunque diferentes, a los que el entorno les da una enorme belleza que los realza.
Alrededores de Neuschwanstein
La zona de por sí es una belleza y cuenta con muchos lagos. En alguno de ellos incluso se pueden navegar a través de paseos en bote. Los principales son el lago Alpsee y el lago del Cisne.
Al lago Alpsee puedes llegar directo desde Hohenschwangau, mientras que para llegar al segundo es necesario que hagas una pequeña ruta de senderismo de aproximadamente 40 minutos.
En el medio de estos castillos hay una gran variedad de restaurantes además de tiendas de souvenirs.
Información útil
- Si vas en coche debes saber que el parking tiene un coste adicional de 6€.
- Visitar los castillos por separado sale en aproximadamente por 14 o 15 euros, mientras que el museo unos 11 Euros.
- Si tienes pensado visitar el castillo de Neuschwanstein en verano debes ir preparado para soportar el calor en el sitio, mientras que en invierno hace mucho frío.
Podemos llegar desde Munich de dos maneras:
Método 1:
- Desde Múnich puedes llegar a Füssen en tren directo que tarda unas dos horas o por carretera, alrededor de una hora y media. En caso de que queráis moveros en transporte público por Baviera, lo mejor es mirar el Bayern Ticket. Desde Füssen hay unos cuatro kilómetros hasta Hohenschwangau, el castillo vecino, pero también lo está del pueblo en el que están los dos castillos. Aquí tienes aparcamiento, taquillas, tiendas, etc.
- Luego puedes tomar el Bus RVA/OVG 73 en dirección Steingaden / Garmisch-Partenkirchen o el bus RVA/OVG 78 en dirección a Schwangau hasta la parada Hohenschwangau / Alpseestraße.
Método 2:
- Si queremos llegar en coche nos debemos dirigir hacia Schwangau, siguiendo luego las indicaciones de Hohenschwangau, que son de 10 minutos. En el pueblo hay 4 aparcamientos, siendo el más cercano a las taquillas el número 3 y el 4.
Como decíamos antes en la propia localidad de Hohenschwangau es el lugar donde se pueden comprar las entradas y desde ahí nos desplazamos hasta los castillos. Aunque nosotros te recomendamos que reserves la excursión por Internet.
Hay que tener en cuenta que el Castillo de Neuschwanstein es el que está más lejos de las taquillas. Aquí tenemos varias opciones, desde subir los 30/40 minutos a pie, a llegar en carruaje de caballos o tomar la más utilizada, el autobús.